La leche de cabra hidrata y nutre la piel en profundidad, dejándola suave y flexible. Calma las pieles sensibles e irritadas gracias a sus propiedades calmantes y estimula la regeneración celular gracias a su riqueza en vitaminas A y D. El ácido láctico contenido en la leche de cabra permite una exfoliación suave, favoreciendo así el recambio celular. Sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias ayudan a reducir las imperfecciones, mientras que su capacidad para equilibrar el pH de la piel preserva la barrera cutánea. Finalmente, la leche de cabra es rica en nutrientes esenciales como proteínas, calcio y antioxidantes, que ayudan a nutrir la piel y a mantener su luminosidad natural.